El líder en el el entorno empresarial tiene la capacidad de conseguir la máxima eficiencia en su equipo de subordinados, logra unificar el grupo, crear nexos y conexiones imprescindibles para un clima laboral idóneo para el ambiente de trabajo. Es la figura clave para lograr el correcto desempeño profesional de todos los trabajadores, a nivel de grupo, pero también desde el prisma individual.
Los líderes comparten una serie de características que los convierten en los trabajadores idóneos para dirigir un equipo. Entre ellas vamos a destacar dos:
Confianza
El líder que inspira confianza tiene una visión nítida, demuestra integridad y ética en sus acciones, y las personas que trabajan a su al rededor, le corresponder compartiendo con este una parcela mayor de su persona. La confianza se eleva como un elemento clave para generar las conexiones necesarias en el grupo, para que
exista un ambiente productivo favorable para el desempeño de las tareas cotidianas.
Empatía
Un buen líder tiene la capacidad de conectar con los problemas o preocupaciones de sus trabajadores, trata de comprender la visión individual de cada persona, para crear una red que nos conecte a todo el equipo. Las respuestas que el líder nos ofrezca van en relación con las preocupaciones del grupo, nos demostrará que no solo tiene una capacidad de resolución de problemas, sino también de escuchar.